Malos tiempos para la lírica

Ya llevo algo más de tres semanas en Brasil y empiezo a ver que hay caminos que no son fáciles, que hay cosas que aquí llevan su tiempo. Es como las carreteras de este país. Seguramente hay formas de llegar a todas partes, pero las comodidades de Europa aquí no existen. En la foto podéis ver el camino (de algo más de tres kilómetros) que lleva a una zona industrial en las afueras de Itú. Es de tierra. En España ya es bastante difícil encontrarte con una carretera sin asfaltar, pero aquí es bastante normal. Incluso zonas industriales, como la que fui a visitar el otro día, están unidas a la red viaria con caminos así, en los que es difícil ir detrás de un camión (te debes echar a un lado y esperar a que se vaya el polvo que levantan, para no sufrir una desgracia).
Decía antes que las cosas llevan su tiempo y a veces son difíciles también aquí. Ahora estoy concentrado en las conferencias que voy a dar en la Universidade Nuestra Señora do Patrocínio (CEUNSP) y me he decidido a darme un tiempo en el que concentrarme sólo en estas "palestras" (De ahí que también haya bajado un poco la actividad del blog). Y es que en ellas me juego mucho. Encontrar trabajo aquí no es muy difícil, pero los impedimentos que tenía en España -era demasiado mayor para ser joven y demasiado viejo para ser mayor- aquí también se repiten. Por lo tanto, paciencia. Como la que hay que tener para transitar por algunas de las carreteras de este maravilloso país.