domingo, 21 de noviembre de 2010

Atardecer desde Sto. Antonio

Debo reconocer que yo venía con una idea preconcebida de lo que era el tiempo aquí en Brasil. Tal vez estaba muy influenciado por las imágenes estándar que todos en Europa tenemos acerca de Brasil: sus playas, el voley en la arena, las frutas tropicales... Y la cosa no funciona así.
Lo cierto es que desde que he llegado aquí, en plena primavera austral, el tiempo ha sido más bien caluroso, pero -para nada- han abundado esos días de sol y cielo totalmente azul y playas de arena fina, no... Primero porque aquí en Itú estamos a 600 metros de altura sobre el nivel del mar, segundo, porque la playa está a más de cien kilómetros en línea recta (ciento cincuenta por carretera), y tercero, porque desde que he llegado aquí el tiempo se ha mostrado muy caluroso pero con muchas horas de bochorno de ese que se forma cuando hay nubes altas y aparecen ocasionalmente tormentas (que ya he vivido unas cuantas aquí)...
El tiempo, además, se ha mostrado muy fácilmente cambiable; es decir, suele amanecer un cielo totalmente despejado -o con alguna bruma matinal pasajera- pero en cualquier momento se puede levantar una ventolera del carajo, y cubrirse todo el cielo en un plisplás, caer cuatro gotas o una "tromboada" de campeonato, y después quedar ligeramente cubierto hasta el anochecer... Como sucedió anoche, lo que me permitió sacar esta hermosa fotografía que ilustra este post. Y es que estamos en el trópico y aquí, a medida que se acerca el verano, el tiempo es más inestable... No necesariamente más caluroso...

1 comentario:

  1. Brasil es enorme y cada rincon tiene su clima lo mismo pasa en España(salvando las distancias) no es lo mismo Galicia que Extremadura....la puesta de sol maravillosa

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