viernes, 22 de octubre de 2010

Futbolín y bares

Aquí, en Brasil, el fútbol es religión, como ya debéis saber todos. Y además Brasil y España están unidas por algo que va más allá de lazos culturales, étnicos, religiosos... España y Brasil están unidas por los bares y los futbolines, mejor dicho, están unidas por los bares con futbolín. ¿Qué sería de un bar de barrio si no tuviese un buen futbolín? Pues aquí, tal vez no haya tantos bares como en España, ni todos los bares de barrio de aquí están regentados por orensanos jubilados de Citroën (aunque alguno habrá, digo yo), pero sí todos tienen un hermoso futbolín o un billar -como el de la foto-.
Y en cuanto al fútbol, es ya una constante que he estado percibiendo en mi aún corta experiencia en Brasil. Hay tres preguntas que te hacen todas las personas que te encuentras o que te presentas. Son las tres primeras que te formulan cuando entablas una conversación. Es más, muchas veces son las únicas tres preguntas que te hacen, y siempre por el mismo orden. A saber:
1) Así que tú eres español ¿no? Buen país, ¿no?
2) Y las "garotas", ¿qué? ¿son muy cachondas las garotas españolas, no?
3) ¿Y tú de qué equipo eres? ¿Del Madrid o del Barça?
Cuando les respondes que sí, que eres español, que lo de buen país es según como se mire (ahí me sale mi vena gallega), que las "garotas", como en todas partes, hay de todo, y que no eres ni del Madrid ni del Barça, sino que en todo caso del Celta, pero sobre todo Anti-Depor... se quedan con una cara de asombro como si hubiesen visto un extraterrestre. Pero les haces reflexionar y los más avispados se dan cuenta que en España no todo son toros y paella, que los mitos sobre mujeres (y sobre hombres, también) son ganas de simplificar y que en la vida hay más cosas que el fútbol ¿no?

No hay comentarios:

Publicar un comentario