viernes, 14 de enero de 2011

Hay cosas que tras tres meses siguen chocando...

Seis y media de la mañana. En mi barrio todo el mundo parece tener prisa. Las personas que están a esas horas por las calles siempre tienen prisa. Yo no. He salido pronto para ir andando al trabajo y como se ha puesto a llover (para variar) voy a tener que coger el autobús. Falta un cuarto de hora para que llegue a la parada. Por eso me detengo un poco en los alrededores, concretamente en una plaza circular, como una gran rotonda, que se llama Victorio del Campo. Allí veo muchos días a chavales jugando al fútbol o volando cometas. Claro que la imagen que me encuentro y que podéis vislumbrar en la foto es desoladora. No me acostumbro a ello. Han pasado tres meses de estancia aquí y ver el estado de suciedad de las calles es algo que sigue chocándome y mucho. Me he acostumbrado a los tumbos del autobús, al idioma, a los "resaltos" de las calles, a la manera de ser de la gente... pero eso sigue sublevándome. La falta de cultura cívica, que es uno de los mayores logros que más o menos tenemos en Europa, aquí aún brilla por su ausencia. Y eso que hay contínuas campañas gubernamentales intentando concienciar al personal que se deben respetar las señales de tráfico, dejar pasar a los peatones en los pasos de cebra, reciclar la basura, usar las papeleras... Pero nada... Por ahora como si oyen llover. (Y os juro que estos días no se oye más que lluvia en este país)

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