miércoles, 12 de enero de 2011

Aquellos días de playa

La imagen que se tiene de Brasil en España es muy estereotipada en muchas cosas. Especialmente en el trío fútbol, playa y garotas... Hoy voy a intentar desmontar mitos acerca de las playas.
Vamos a ver: Brasil es demasiado grande como para que haya playas en todas partes. Por ejemplo, donde yo estoy viviendo, no hay ni playa fluvial... Mucha de la población de Itú jamás ha visto el mar porque aquí estamos a unos doscientos kilómetros por carretera de la playa más cercana y, es más, a mucha gente que conoce el mar no le ha gustado. Además, entre la costa y Sâo Paulo hay una sierra de unos 800 metros de altura que guarda un tesoro ecológico de primera magnitud, el "Mato Atlántico", que separa la meseta en la que está la capital del estado del mar. Y, por extensión, también separa a la ciudad en la que vivo, Itú.
Pero yo, después de tres meses de estar aquí sin mar, el pasado día 2 fui a la playa, como podéis ver en la foto. Y me importó un rábano que lloviese, que el agua estuviese a 25º, que la playa fuese una playa "pija" semi-privada, que estuviese por allí Raí, el ex-campeón del mundo de fútbol, que no hubiese garotas exhuberantes... Me dio exactamente igual todo. Tres meses sin ver el mar son demasiados incluso para mí, que no soy un fan número 1 de la playa.
Cuatro baños, una horita de tumbona (aún lloviendo), un paseo por la arena... Todo maravilloso. (Lo que hace la falta de algo que siempre has tenido a tu alcance: creo que cuando vuelva a Vigo me voy a ir directo del aeropuerto a La Sirenita)

2 comentarios:

  1. como te entiendo.... donde esté el mar... se respirar mejor, como que hay más libertad

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  2. Yo tambien te entiendo, porque cuando hace tropecientos años viaje a esas tierras y como sabes pasé 3 añitos de mi vida, me parecía imposible acostumbrarme a vivir sin el mar cerca, pero a todo te acabas acostumbrando a pesar de seguir notando que te falta algo... maravilloso.

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