A las seis y cuarto de la mañana, el barrio se está despertando. Cuando voy a coger el autobús se ve poca gente por las aceras... Sólo hay algunas mujeres que corren en mi misma dirección para llegar a la parada. La mayoría de ellas trabajan en alguno de los condominios más lujosos de Itú: El de las Terras de São José, que está cerca de mi barrio, o el del Jardim Theodora, que está cerca de mi trabajo -ambos unidos por la línea 12, que es la que yo utilizo-.
En el autobús hay una mayoría abrumadora de mujeres que van a trabajar en casas del condominio Theodora. De hecho, el autobús que va hasta los topes, se queda prácticamente vacío en la parada anterior a la que yo me bajo. Son, como digo, la mayoría mujeres y la mayoría negras. Las hay de todas las edades y casi todas cogen el autobús a las mismas horas que yo, tanto a la ida, como a la vuelta. Ver a un hombre, y blanco, en medio del autobús, les mosquea... Hacen comentarios entre ellas que a veces no consigo entender, pero que veo que son acerca de mi presencia allí, porque no se cortan ni un pelo a la hora de cuchichear señalándome. El primer día pensé que era porque no me había vestido bien, o porque había salido a la calle en pijama, pero no... No me señalaban por ninguna cuestión derivada de haber salido dormido a esas horas de la mañana. Ahora ya me he acostumbrado a ese tipo de comentarios y de cuchicheos...
A las seis y cuarto de la mañana, la ciudad está despertándose, como mi barrio. La cruzamos de lado a lado en el 12. Se ve a la gente abriendo comercios, cargando cajas, limpiando cristales... En el Mercado de Itú (nada que ver con el de São Paulo), llegan camionetas que entorpecen el paso del autobús.
A las siete menos diez ya estoy en el trabajo. Espero en la puerta, porque aún no ha llegado nadie. Están despertándose, como la ciudad.
Hace unos días que no entro en tu blog.
ResponderEliminarMe parece que cuando hablas de tu nuevo barrio, lo haces con un poco de tristeza, o es impresión mía...
Pues es sólo una impresión tuya... Mi barrio es tranquilo y, como se dice aquí, "suave na nave"...
ResponderEliminar